Gianni Rodari
Editorial: BLACKIE BOOKS
Año de edición: 2010
Paginas: 772
Encuadernación: Tapa Dura
NO. Sensato lector: no lea
este libro. Devuélvalo ahora mismo a la estantería. No es una cosa
seria: se trata tan sólo de una recopilación de inocentes fábulas para niños
que escribiera un tal Gianni Rodari (1920-1980), “ex seminarista cristiano
convertido en diabólico”, según lo definió el Vaticano en el auto de
excomunión. Un insensato, vaya, que pensaba que hasta los objetos más comunes
encierran secretos, y los cuentan a quien los sabe observar, y que era capaz de
afirmar que ya no hacen falta príncipes ni hadas, ni brujas ni
castillos: las fábulas surgen hasta de la realidad más gris, de la obviedad
cotidiana, del problema social o de la trivialidad de la vida familiar. Basta
con mirarlo todo con un punto de ironía, y jugar (¿o no es un juego?)
a infringir las reglas a través de la invención y la imaginación.
BASTA. Deje
este libro donde lo ha encontrado. No es para usted. ¿Para qué va a
querer saber de la suerte de una violeta en el polo Norte, o qué le
ocurrió al cangrejo que decidió caminar hacia adelante? ¿De verdad piensa que
tienen algún interés los acontecimientos del Planeta de los Árboles de Navidad?
¿Acaso le incumbe la lista de medicamentos que todos los días engulle, con
maniática puntualidad, el barón Lamberto (¡sí, el que érase dos veces!)?
NO SIGA. No vaya
a ser que ese loco bajito que usted fue una vez, y al que tanto costó
domesticar, no esté domesticado del todo... Quizás sólo esté dormido,
y ahora puede despertarse, proferir un largo e irreverente bostezo, y tomar el
control. Aténgase a las consecuencias.
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